Redacción. Madrid
Una proteína relacionada con la enfermedad de Alzheimer destruye las células nerviosas que detectan los olores, según un estudio realizado en animales y publicado en la revista Journal of Neuroscience. Los resultados arrojan luz sobre por qué las personas con enfermedad de Alzheimer a menudo pierden el sentido del olfato desde el principio en el curso de la enfermedad.
El déficit olfativo es uno de los síntomas más
tempranos de la enfermedad de Alzheimer.
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“Los déficits en la detección y discriminación del olor son algunos de los síntomas más tempranos de la enfermedad de Alzheimer, lo que sugiere que el sentido del olfato puede servir como un canario en una mina de carbón para el diagnóstico precoz de la enfermedad”, afirma el director del estudio, Leonardo Belluscio, del Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares en Estados Unidos. “Los cambios que ocurren en el sistema olfativo como resultado de la enfermedad de Alzheimer pueden ser similares a los de otras regiones del cerebro, pero aparecen con mayor rapidez”, comenta.
Los investigadores pensaban que las placas de proteína precursora de amiloide (APP) comúnmente observadas en los cerebros de las personas con la enfermedad de Alzheimer eran las responsables de matar a las células nerviosas, causando trastornos en la memoria. Sin embargo, el nuevo estudio sugiere que solo la APP, en ausencia de las placas, puede ser la culpable de la muerte de las células nerviosas.
En el nuevo estudio, Belluscio y sus colaboradores manipularon ratones genéticamente para que produjeran altos niveles de una mutación de la APP humana en las células del nervio olfativo. La forma mutada de la proteína se observa en algunas personas con inicio temprano de Alzheimer, una forma rara que se da en los miembros de una misma familia y que se desarrolla antes de los 65 años.
Los investigadores descubrieron que los ratones que producían la mutación de APP sufrían cuatro veces más la muerte de células nerviosas olfativas en comparación con ratones normales. Aunque las células que producían la mutación de APP murieron, las células vecinas que no tenía APP mutante sobrevivieron. La muerte de las células también se produjo en ausencia de placas de amiloide.
En conjunto, esto indica que la muerte celular se inicia desde el interior de las células de la APP mutante, y no desde las placas fuera de las células. Cuando los investigadores bloquearon las células del nervio olfativo para que dejaran de producir altos niveles de la proteína precursora de la mutación, sobrevivieron más células.
“La reducción de la producción de APP suprime la pérdida generalizada de las células nerviosas, lo que sugiere que este tipo de enfermedad relacionada con la muerte de las células nerviosas podría detenerse”, explica Belluscio.
“Los resultados apoyan la hipótesis de que las proteínas de amiloide están implicadas en la degeneración del cerebro producida a causa de la enfermedad de Alzheimer", afirma Donald Wilson, de la Universidad de Nueva York y del Instituto Nathan Kline de Investigación Psiquiátrica, quien añade que “los resultados también proporcionan una excelente oportunidad para estudiar la manera de prevenirla o revertir los acontecimientos que producen la muerte celular y, finalmente, la demencia”.
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